La Trilateral, a pesar de que puede sugerir algún encuentro de
definiciones entre poderosos, es tan sólo una máquina.
Y no es una máquina inocente.
La Trilateral es una guillotina.
Sin embargo, a pesar de cierto escozor en el cuello que se
nos aparece, esta máquina, a diferencia de aquella otra famosa, se encarga de
ayudar a trasmitir cultura.
La Trilateral es una guillotina encargada de fabricar
libros, revistas y todo aquello que bien encuadernado, nos ayuda a descubrir el
conocimiento, desde que Don Gutenberg inventó la imprenta.
Y esta máquina, es la última de tantas, de las que se han
adquirido para mejorar la calidad y la productividad de esta empresa, con la
que venimos trabajando desde hace bastante más de una década, cuando apenas
contaban con un taller de fotocromía y unas ganas de crecer, que por fortuna,
no se han achicado hasta ahora.
Con una hoja de ruta informal, tal como acostumbramos a
hacer en nuestro espacio, estos jóvenes emprendedores, alquilaron un galpón en
Almagro, para alojar una primer máquina impresora de dos colores, casi de
colección. Siguieron con otra igual a esa antigua, mas otra pequeña capaz de
imprimir tan sólo en un color y luego, comenzaron con el gran cambio.
Se mudaron a un espacio propio en el barrio de Colegiales,
cambiaron sus antiguas máquinas de impresión, por otra algo más moderna de
cuatro colores, que holgadamente las reemplazaba, abandonaron sus queridas
obsoletas máquinas de fotocromía, para instalar una moderna línea de CTP
(Computer To Plate), sistema digital de copiado de chapas de modo automático.
El equipo humano, se fue afinando en casi todas las
jerarquías desde la plana mayor (administración, producción, planificación y
comercial), hasta llegar a estos tiempos, en que nos encontramos con un plantel
estable, con posibles requerimientos de incorporaciones a la hora de la
expansión.
No pararon ahí, se decidieron por instalar líneas de doblado
y encuadernación de revistas y libros, de acuerdo a los parámetros que requiere
el mercado, tanto de aquellos que se presentan con lomos curvos como los que
son rectos.
Finalmente el año pasado, cambiaron la máquina japonesa de
impresión de cuatro colores, por una alemana de última generación de la marca
más prestigiosa, que posee tambores capaces de imprimir a seis colores, con el
agregado de barniz directo en línea.
También se cambió la antigua guillotina de alimentación, por
una nueva digital, que además de mejorar el rendimiento y la productividad,
aumenta los niveles de seguridad.
Además de imprimir los contenidos de sus clientes
editoriales, los socios se decidieron por fundar su propia editorial y se
encontraron con necesidades de mayor espacio. Fue entonces que salimos a la
búsqueda de otro lugar cercano, con capacidad para albergar tanto trabajo.
No siempre el destino ha sido sencillo para el equipo de
Presspoint y ha habido momentos, en que hubo que doblegar un camino oscuro. El
equipo tiene siempre presente, que solo es uno y en este caso es el equipo en
su conjunto, quien es el responsable de ayudar a la suerte.
Cuando el talento y el esfuerzo se alinean, los buenos
resultados llegan con las mejores posibilidades.