Don Carlo Ponzi, fue un inmigrante italiano, que se hizo
famoso en los Estados Unidos de los años 20, por haber usado un sistema de
inversiones piramidal que ya se había sido usado anteriormente, pero por esos
caprichos de la historia, quedó acuñado con el apellido de este prócer de la
estafa y hoy es conocido como sistema Ponzi.
Para más informaciones, basta con hacer click a
continuación:
Hace poco tiempo, otra figura se hizo famosa con lo mismo,
hablo de Don Bernard Madoff
Que hoy está preso con una condena de 150 años ni más ni
menos.
Como vemos, los estafadores viven de la codicia ajena y
algunas veces, caen víctimas de la propia o al menos, de cierta dificultad para
aceptar la estabilidad que ofrece la vida y en otras, como solía decir mi
madre, caen en eso de que la necesidad, puede tener cara de hereje.
Cuando trabajamos en la consultoría empresaria, traemos la
situación del Ponzi, ya que sin pretender incurrir en algún delito, las
hipótesis optimistas de futuro por ejemplo, pueden acarrear obligaciones a las
empresas, que las empujan a sistemas piramidales, que una vez que uno ha
entrado, son de muy difícil salida aunque no siempre imposible, para eso
estamos nosotros
Suele ser común en épocas de crisis, el observar maniobras
heroicas de ventas por debajo de los costos, o apuestas a negocios vidriosos,
que permiten empujar la pelota para adelante, abriendo agujeros para tapar
otros, en una bicicleta que suele terminar con un flor de porrazo, o al menos,
con algunos malos recuerdos.
Analizando los tiempos que corren, en los escenarios donde
las empresas transcurren, también las maniobras de este tipo, pueden servir
para apostar el qué hacer, frente a las decisiones que toman los responsables
de las economías, donde las empresas funcionan y todos nosotros vivimos.
Una de las hipótesis que manejamos, es la de una próxima
burbuja inmobiliaria, la que aún no se ha desatado, pero que todos esperamos y que
desde los medios dedicados a los estudios de nuestra economía, se viene
pregonando.
Nuestro país, otros cercanos y otros más lejanos, ya pasaron
por la misma situación, y aquellos que guardamos en la memoria los hechos,
trabajamos para que toda esa situación conocida, nos resulte ventajosa en la
subida y lo menos difícil, cuando llegue el Plop! de la burbuja y al menos,
estamos con los paracaídas preparados.
El diario Clarín, curiosamente nos ha entregado un regalo el
9/10 que adjunto:
El título del artículo es, El Gurú de las Crisis y presenta
a Hyman Minsky, a veinte años de su muerte y pretendo suponer, que no es un
artículo inocente.
Este caballero, economista de los de Chicago, alumno de
Joseph Schumpeter, el que ha sido presentado ya en el artículo del blog
Destrucción Creativa hace cinco años:
trabajó sobre la cuestión de que La estabilidad es desestabilizante.
Transcribo lo que se menciona de la obra de Minsky:
Minsky estudió
la evolución de los ciclos de prosperidad financiera, tratando de identificar
los factores desencadenantes de los periodos expansivos y contractivos, e
intentando averiguar las distintas fases por las que transitaban esos ciclos.
La base de su
análisis es la clasificación financiera
de las empresas. Existen tres tipos de empresas, según Minsky:
• La empresa cubierta: aquella cuyo flujo de
caja permite pagar las deudas contraídas.
• La empresa especulativa: aquella cuyo flujo
de caja permite pagar los intereses de la deuda, pero no amortizar el
principal. Este tipo de empresas requieren refinanciamiento.
• La empresa Ponzi: aquella cuyo flujo
de caja no permite ni siquiera pagar los intereses de la deuda. Este tipo de
empresas requieren aún mayor refinanciamiento.
Los enunciados de
esta figura de la economía, fueron conocidos en el año 1974, los tiempos en que
se lanzaron los dólares crecientes, nacidos por el efecto de la burbuja que
infló el incremento del valor del petróleo, los conocidos petrodólares. De
alguna forma, esa tremenda liquidez, salió a conformar el andamiaje financiero
que hoy conocemos, de deudas externas fenomenales, las que encontraron su incompetencia,
en la crisis Schumpeteriana de inicios del siglo XXI, esa que estalló entre
2006 y 2008 y que acabó enviando a Madoff a prisión, porque se le cortó el
chorro de la base de su pirámide que armó por décadas (casualmente a la salida
de la crisis Schumpeteriana de los 70).
Sugiero la falta de inocencia del artículo, entendiendo que Clarín
es un medio cercano al gobierno actual y que quizás, pretenda advertir el
incremento de volumen en el endeudamiento que están tomando públicos y privados,
sumándose a las voces de la economía, que al igual que ese medio, comparten la
filosofía de la actual gestión.
Estemos atentos entonces mientras subimos, porque si no
aparece en el firmamento una cabal estrategia para hacer frente a tamaña
obligación, estamos en presencia de la última de las variantes de Minsky y ya
conocemos las marcas que dejan los porrazos, cuando se termina el chorro.